miércoles, 7 de marzo de 2012

CREER

Creía que todos a mi alrededor creían, creyendo con amor, ilusión, esperanza. Cada paso que daba, alguien desprendía luz, luz que surgía de creer. Sorprendido, pude ver que entre todas las personas, había una que caminaba cabizbaja, sin creer, sin luz. Me acerqué a preguntar, a entender; no me agradaba la idea de que alguien andara en sombras. Le pude hablar de donde venía la luz que irradiaban los demás y quién nos la daba e invité a esa persona a conocerlo y a creer.
Él la ha recibido con el mayor de los gozos y ahora una luz más brilla en el caminar diario. Él no quiere sombras, y luz desea poner en cada uno de nosotros; sigamos sus caminos, cogiendo su mano. Entreguémonos a la luz verdadera de nuestro Padre, Creador, Cuidador y Salvador; sea todo luz.

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